Hoy en la CiberCaixa Mallos hemos estado jugando con los frisbees y la Diana.
Sabíais que...
El frisbee surge en Norteamérica cuando los jóvenes se dedicaban a lanzar los moldes o bases sobre los que reposaban las tartas de una empresa pastelera llamada “Frisbie Pie Company”.
Después de la Segunda Guerra Mundial -1946-, los estudiantes y militares jugaban lanzado estos moldes en sus campus y cuarteles respectivos. Walter Frederick Morrinson patentó el primer “Frisbee” y lo hizo de baquelita, pero al caerse al suelo se rompía en pedazos estaba hecho de materiales plásticos.
Con la aparición de las fábricas de materiales plásticos hacia los años 50 y la posibilidad de poder fabricar discos que no se rompieran al caer al suelo o al golpear una pared, recibe un gran impulso esta actividad que hasta entonces había sido simplemente de tipo lúdico.
Más adelante se edita el reglamento de “Frisbee” o Disco Volador y se extendería por todo Estados Unidos llegando a convertirse en una realidad deportiva. Aquel juego que comenzó por azar se había convertido en un deporte. En 1967 se dicta el reglamento y en 1968 comienza a ser un deporte colectivo.
Hicimos juegos individuales de lanzamiento pero también colectivos por parejas. Uno de los juegos que más nos gustó fue el frisbeetanca que consiste en la práctica de la petanca pero en vez de con bolas el material que se utiliza para su desarrollo son los discos voladores. Es un juego ideal para el desarrollo de una coordinación óculo-manual y la capacidad de atención.
La DIANA...
Los/las jugadores/as pueden tener varias tiradas de prueba a modo de calentamiento. Sin embargo, solo hay una oportunidad para comenzar el juego.
El procedimiento es simple; cada jugador/a lanza y quién marque su dardo más cerca de la diana, empieza.
En el caso de que el dardo se caiga de la diana en los próximos 5 segundos a clavarse, se da por nulo.
En el caso de que rebote contra la diana y caiga, se volverá lanzar.
Y aquí están nuestros mejores momentos...
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