Este caballito de mar presentaba una malformación de nacimiento en el abdomen, un orificio por el que se le salían los órganos internos.
En una primera intervención se le introdujeron las vísceras en su interior y se cerró el agujero. Unos días después, tras cicatrizar la herida, se sometió a una segunda operación en la que se le retiraron los puntos. Ambas intervenciones tuvieron que realizarse con la ayuda de una lupa debido al pequeño tamaño del pez. Una vez que se comprobó que se movía con normalidad y que estaba recuperado, se le devolvió al tanque con el resto de los ejemplares de su especie.
Ahora están buscando un nombre para el caballito de mar ¿Os animáis a pensar uno?
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